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Apadrina

Apadrinar transforma vidas.

Apadrinar a una niña o a un niño permite establecer una conexión especial con ellos, acompañarlos en su camino y empoderarlos para que puedan ser dueños de un futuro lleno de oportunidades.

¡Sé parte del cambio y deja tu huella!

En Sanghé, un tranquilo pueblo en el interior de Senegal, encontramos el colegio Mere Paule Lapique. Lleva el nombre de una de las primeras misioneras de las Hermanas de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de Castres que desembarcaron en Dakar hace más de 175 años.

Hoy, una de sus sucesoras, la hermana Hortensia, incansable, a pesar de sus más de 50 años de dedicación total y absoluta en el país africano, trabaja sin cesar, para que la educación gane la partida a la resignación. Ella soñó con una escuela y gracias a Manos Unidas, su sueño se hizo realidad, soñó con las aulas llenas de libros y sonrisas y este curso las llenan 280 pequeñas almas hambrientas de enseñanzas, soñó con facilitar la llegada al colegio de los niños y niñas que viven más lejos y consiguió dos minibuses para su transporte, soñó con mejorar la calidad de vida en la zona y consiguió que una pediatra española haga la revisión médica anual de todos los alumnos,  soñó con la luna y consiguió las estrellas…

La hermana Hortensia es el alma de la escuela, su luz, su puntal… Sin ella, no se habría convertido en la tercera escuela de todo el país con mejores puntuaciones en el año que se graduó la primera promoción. Pero necesita ayuda, los innumerables gastos no se cubren con los escasos ingresos y hay que buscar otras formas de financiación para que sea viable. Con tan sólo 100 euros al año puedes ayudar a mantener viva esta escuela tan especial y singular, apadrinando a uno de sus alumnos, y llenando de luz y de ilusión su futuro.

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