top of page

Senegal 2023 Dispensario

De nuevo un proyecto en Sanghé, de nuevo un diario que nos transporta, en un instante, a Senegal, de nuevo una lectura que nos engancha a la aventura de la vida africana, de nuevo unas palabras llenas de emoción y sensibilidad que nos sumergen adictivamente en el fascinante río de la vida. De nuevo unos días intensos, siguiendo la brillante estela de sor Hortensia, esta vez acompañando los progresos del huerto iniciado cuatro meses atrás y apoyando al sistema sanitario instaurado en el pueblo.

Jueves, 9 de marzo de 2023

Barcelona - Sanghé - Senegal 

De nuevo en el avión, disfrutando de las vistas a ratos, cuando las espesas nubes desaparecen. Esta vez el comandante, muy amable, nos mantiene informados en todo momento, volamos a una altura de unos 12.000 metros, a 800 km/h y la temperatura exterior es de -62º. Ahora sobrevolamos el Sáhara, después de pasar por Granada, Málaga, el estrecho de Gibraltar y disfrutar de unas espléndidas vistas del Atlas enharinado. Seguiremos sobrevolando África hasta llegar al aeropuerto de Dakar sobre las 19:00 hora local, una hora menos que en la península. En esta ocasión me acompaña Enri, enfermera y médico jubilada y apasionada de África, que no ha dudado ni un minuto en venir a poner en marcha este nuevo proyecto sanitario, aportando su larga experiencia trabajando en hospitales del Chad, Kenia, Gana, Ruanda, Costa de Marfil e India. Las cinco horas del trayecto se pasan volando, mientras planeamos con ilusión los dieciséis días que nos esperan llenos de actividad, aventuras y satisfacciones infinitas. Estas cinco horas que nos separan de los últimos días estresantes de preparativos, gestiones personales y presentación de nuevos proyectos y nos preparan para sumergirnos en el ritmo africano, estas cinco horas que nos desconectan de la vida en Barcelona y nos sumergen en la vida de Sanghé.

Viernes, 10 de marzo de 2023

Los primeros frutos del huerto están a punto

Ayer, el avión llegó sólo con 10 minutos de retraso a pesar del fuerte viento en contra y según información del comandante, la temperatura era de 37º. Ybraim venía a buscarnos, pero pasaban los minutos y no aparecía, no teníamos su teléfono y sor Hortensia no nos contestaba, nuestra preocupación iba en aumento y justo cuando empezábamos a pensar en un plan B, después de una hora de espera, por fin apareció. Nos llevó hasta la casa de voluntarios donde nos esperaba Anik, una francesa jubilada que les visita cada año desde hace 20, y una tortilla de patatas deliciosa para la cena. 

Amanece sobre las 07:00 y subimos al terrado para contemplar la primera salida del sol, preciosa, como siempre. También contemplamos el huerto que pusimos en marcha en el proyecto del pasado noviembre, qué alegría ver cómo ha cambiado el terreno y cómo están a punto de obtener los primeros resultados. Nos vamos a pasear por los alrededores, disfrutando de los imponentes y majestuosos baobabs y del frescor matinal. Sor Hortensia está en Dakar y no volverá hasta la tarde y Anik nos comentó que iría a Thiés al dentista y a hacer las compras para la comunidad, así que nos apuntamos y pasamos la mañana sumergiéndonos en la vida senegalesa y aguantando los 40 grados como podemos en la furgoneta destartalada de sor Hortensia. Después de comer, nos refugiamos del intenso calor bajo los ventiladores y avanzamos en la contabilidad del colegio mientras esperamos que llegue sor Hortensia para planear las actividades del actual proyecto sanitario. Poco antes de la puesta del sol llegan algunas mujeres a regar el huerto y aprovechamos para verlo de cerca y hacer algunas fotos. Han plantado cebollas, berenjenas, tomates, pepinos, zanahorias y mucho gombo, una planta tropical, originaria de África con muchos beneficios para la salud y que les gusta mucho.

Baobab symbole du Sénégal

Sábado, 11 de marzo de 2023

Subiendo el agua con ayuda de una polea

Ayer por la tarde nos quedamos sin internet, así que aprovechamos el paseo matutino para acercarnos a casa de las hermanas para conectarnos con el mundo. Por el camino, pasamos por unas pistas de baloncesto y planeamos un partidito, cuando el calor lo permita, por supuesto. Proseguimos probando el funcionamiento de un pequeño pozo manual, subiendo el agua con ayuda de una polea y finalmente llegamos a nuestro destino de conexión wifi. Quedamos con sor Hortensia a las 09:00 en la escuela para ordenar los medicamentos que guarda allí, así que regresamos a casa para reponer fuerzas con un buen desayuno. Durante la noche también se había acabado el agua del depósito, pero ya lo habíamos rellenado antes del paseo. Cuando llegamos, había algunas mujeres regando de nuevo el huerto, y antes de irnos nos avisan que la bomba no funciona. Primero comprobamos que llegue la corriente al enchufe y efectivamente había saltado el diferencial, pero al subirlo y enchufar la bomba, seguimos sin oír el ruido del agua subiendo por las tuberías. Quedaban dos opciones, que la bomba hubiera dejado de funcionar o que el pozo se hubiera quedado sin agua. Pedimos a las mujeres que dejen de regar para no vaciar el depósito y nos vamos a la escuela a realizar nuestro trabajo de hoy. Sor Hortensia nos dice que cree que el pozo se habrá vaciado pero que llamará a Demien, su contratista de cabecera, para que venga a mirarlo. Nos vamos a comer, procurando economizar el agua y seguimos avanzando con la contabilidad durante las horas de calor sofocante. Sobre las cinco y media salimos hacia el dispensario para visitarlo, porque aunque hoy no está abierto, Margarite, una de las comadronas vive allí, y nos lo enseñará con gusto. Pensábamos que el calor ya sería soportable pero el sol todavía abrasa y el aire caliente no invita precisamente al paseo. El dispensario no es un gran hospital pero está bien cuidado y muy limpio, dispone de varias estancias para visitar, realizar pequeños tratamientos y atender los partos sin complicaciones del pueblo. Nos explica el funcionamiento y los precios, 15.000 CFAs (23€) por los partos y 500 CFAs (0,75€) por la consulta de adultos o niños, todo ello con los medicamentos aparte. Al acabar la visita, llegó Demien, al abrir la compuerta del pozo, con ayuda de una linterna vimos que estaba entrando agua del acuífero, a unos 24 metros, la profundidad del pozo. La bomba funciona, pero debemos racionar el agua, priorizando llenar el depósito de la casa antes del riego del huerto. Barajamos diversas opciones para ampliar el agua disponible, entre ellas usar el agua de la fosa séptica para el riego, sería una buena solución para regar los árboles frutales y las plantas ornamentales pero no para el huerto. Nos confirma que sería posible y traerá una bomba de superficie para instalarla lo antes posible, también nos hará presupuesto para hacer pozos manuales para el riego de los huertos. Finalmente no necesitaremos alquilar un carro tirado por un burro para ir a buscar agua a algún pozo público como ya habíamos pensado, pero la idea del viaje en carro nos atrae, ya encontraremos el momento de ponerla en práctica…

Visitando el dispensario: un pequeño hospital 

Pistas de baloncesto

Domingo, 12 de marzo de 2023

Conociendo la fauna y flora

Primer domingo en Senegal, salimos a pasear con los pitidos del coche que vende pescado y verduras y nos encontramos con Jana, nuestra cocinera, cargada con un balde con restos de comida para alimentar a los cerdos. La acompañamos mientras nos explica que los cerdos no son sólo suyos sino de la asociación de mujeres, la misma que gestiona el huerto. Esta vez escogemos otro camino para explorar los alrededores, divisamos muchas vacas con unos cuernos enormes, algún burro, algún caballo, grandes campos con los restos de la última cosecha de bissap (planta con flores rojas con la que hacen bebidas, mermeladas…), mangos espectaculares cargados con pequeños frutos todavía muy verdes y los omnipresentes y preciosos baobabs. A pesar del camino de arena fina que dificulta nuestro avance, nos alejamos bastante antes de regresar para ir a la misa, que Jana nos había dicho que era a las 09:00. Calculamos mal, confiando en un reloj que se había atrasado y llegamos tarde, la iglesia estaba llena y la misa era en wolof, la lengua más hablada en el país, a pesar que el idioma oficial es el francés, así que esperamos fuera para saludar a las hermanas y quedamos en volver a última hora, confiando en que afloje el calor. Salimos pasadas las seis y se nota diferencia respecto ayer, vamos a visitar a sor Hortensia que nos enseña la zona del jardín mientras recogemos algunas naranjas y limones y planeamos los trabajos a realizar. Mañana a las 08:30 estaremos en el dispensario y si no me necesitan allí, mientras Enri visita pacientes, yo haré lo que pueda en el jardín.

Bissap: la bebida nacional de Senegal

Lunes, 13 de marzo de 2023

Visitando pacientes en el dispensario

A pesar de la agradable temperatura de la salida del sol, en torno a los 20 grados, decidimos no hacer nuestro habitual paseo matinal y empezamos los trabajos de poda de nuestra casa. A las 08:30 llegamos al dispensario y ya hay casi una decena de personas en la sala de espera. Enri se queda visitando con la enfermera en prácticas y la comadrona que vimos ayer, puesto que casi nadie habla francés, sólo wolof o serer y yo me voy a pasar la mañana entre árboles de mango, de limas, de naranjas, de limones, de papayas… Las tijeras de podar echan humo, pero todavía hay trabajo para varios días. A media mañana paramos para beber agua fresca y nos ponemos al día, sor Hortensia ha enviado a 30 niños de la escuela con problemas en los ojos, algunos con conjuntivitis y otros simplemente con sequedad. Seguimos con nuestros quehaceres hasta la hora de comer y de vuelta a casa, coincidimos con la salida de los niños del colegio. A pesar que el día está medio nublado la temperatura ronda los 40 grados, nos han prestado un paraguas para usar de parasol, pero como sopla un viento caliente, no es de gran alivio. Enri ha visitado una veintena de pacientes, sin contar los 30 niños del colegio, ninguno de gravedad, dos diabéticas, una no lo sabía, hipertensiones, resfriados, dolores de cabeza, fiebres a las que se ha descartado la malaria y una torcedura de tobillo. Por la tarde el dispensario está cerrado, sólo están las comadronas de guardia, aprovechamos para descansar hasta que el calor nos permite explorar un poco los alrededores. A la vuelta nos encontramos con las mujeres y algunos de sus hijos regando el huerto, da gusto ver cómo evoluciona.

Martes, 14 de marzo de 2023

Avanzando en las obras de ampliación del colegio

Esta mañana, en mitad del desayuno se ha ido la luz, ha sido general, según nos informa sor Hortensia cuando nos la encontramos en frente del colegio. La acompañamos para recoger una pequeña sierra que me ayudará con las ramas más grandes y aprovechamos para ver el avance de las obras de ampliación, la nueva clase de informática y otra clase que se añadirá a las seis actuales. Mi mañana discurre entre árboles ahogados por infinidad de ramas secas y compitiendo por el espacio, a los que intento ayudar liberándoles de peso innecesario y creando mejores condiciones para su desarrollo. La mañana de Enri es más tranquila que la de ayer, ya nos dijeron que los lunes solía venir más gente al dispensario, por supuesto aquí no hay cita previa, por lo que nunca se sabe cuánto trabajo te espera. Al final ha visitado a 16 personas, principalmente con infecciones respiratorias, algún test de embarazo y alguna cura, la más destacable una llaga en una pierna posiblemente por una picadura de mosquito infectada (leishmaniasis) al no venir a curarse por vivir en otro pueblo y tener que pagar 3 euros por el trayecto de ida y vuelta en moto-taxi. Debería venir cada día a hacerse las curas, pero al final le convencen para que venga cada dos para ver cómo evoluciona, ya que si la úlcera no mejora en quince días deberá ir al hospital a realizar una limpieza quirúrgica. Sor Hortensia, por su parte ha ido a visitar a un amigo español que tiene una gran huerta y ha vuelto con uno de los minibuses de la escuela cargado de sandías enormes, melones y tomates cherry que ha ido repartiendo, en nuestra casa ha dejado una sandía de 10 kilos, seis melones pequeños y una bolsa de tomatitos.

Miércoles, 15 de marzo de 2023

Los miércoles son días de vacunación

Hoy el calor ha sido más soportable, incluso a primero hora nos hemos tenido que abrigar y las máximas apenas han superado los 30 grados. Los miércoles son días de vacunación en el dispensario, así que se ha llenado de bebés que venían inocentes a recibir su inmunización y salían llorando después de los pinchazos. Realizan también un control de desnutrición, siendo las mismas madres las que pesan y miden a sus hijos mientras esperan el turno de las vacunas. Aparte de los bebés no ha habido muchas consultas, apenas una decena entre las cuales un niño con una pequeña quemadura en una pierna por agua hirviendo y un bebé de un mes con una micosis (hongo) en la cara, cosa poco frecuente para su edad. Hemos acabado pronto y aprovechamos para visitar a las mujeres que preparan jabones y cremas con productos naturales, aloe vera, zanahoria, citronela, karité y otras plantas medicinales de la zona y que luego venden por todo el país con ayuda de un distribuidor que lo comercializa. Están envasando y etiquetando los jabones, la mezcla la preparan a primera hora, hemos quedado el lunes para ver el proceso. Por la tarde hemos experimentado en la cocina, hemos hecho unas galletas de cacahuetes, aprovechando los productos abundantes de la región y un bizcocho sustituyendo el azúcar por miel que compramos en el dispensario (la venden para combatir los resfriados junto con limón) y melón. El horno es de butano y sólo se puede encender arriba o abajo y por supuesto sin control de temperatura, así que no es fácil conseguir los resultados esperados. Las galletas se empezaban a quemar por abajo y tuvimos que cambiar al calor por arriba y el bizcocho cuando ya estaba en el horno nos dimos cuenta que no habíamos puesto la levadura, así que el aspecto no es maravilloso, pero de sabor no está nada mal. Tendremos que seguir practicando y haremos un esfuerzo para acabarnos estos dulces.

Jueves, 16 de marzo de 2023

Apoyando en la escuela y en el dispensario

El sol sigue sin brillar mucho y las temperaturas se mantienen bastante agradables en comparación a los primeros días. Dedicamos la mañana a la escuela, visitamos todas las clases y el resto de instalaciones, hoy todos los niños se quedan a comer, como todos los martes y los jueves y las madres que les toca preparar la comida llegan pronto para ponerse manos a la obra. A la hora del recreo los niños que tienen alguna herida o no se encuentran bien son visitados por Enri, en total unos 15. Como acaba pronto se va al dispensario para seguir visitando. Hoy tiene que venir el señor de la leishmaniasis a hacerse la cura, de momento sigue aplicando la técnica que aprendió en el Chad, limpiar bien la zona con agua y jabón y cubrir la llaga con azúcar, tapándola con una gasa y una venda. Todavía es pronto, pero parece que evoluciona favorablemente, no volverá hasta el miércoles ya que tiene que ir a Dakar y no le es posible, así que se hará él mismo las curas. Yo, hoy descanso de mis trabajos de jardinería y me centro en la contabilidad de la escuela, intentando poner orden a facturas, nóminas de los profesores, ingresos y gastos.  Después de comer viene sor Hortensia, Enri le hace un masaje de drenaje linfático para aliviar la hinchazón de los tobillos mientras charlamos del presente y futuro de la escuela. Ya ha pedido a la provincial de Dakar que le envíe a alguien para que vaya conociendo todos los detalles y pueda sustituirla cuando ella ya no pueda hacerse cargo, aunque mientras tenga salud no se apartará de este proyecto que le apasiona y le ilumina la vida. Luego, salimos a impregnarnos de los paisajes y la vida local antes de que acabe un nuevo día lleno de satisfacciones y esperanzas.

Viernes, 17 de marzo de 2023

Supervisando la contabilidad escolar y el pozo de Peleo

Último día de trabajo de la primera semana, la mañana en el dispensario transcurre sin demasiado estrés y los árboles frutales cada vez están más aligerados de ramas secas e improductivas. Hoy me centro en la contabilidad del transporte escolar, sor Hortensia quiere saber si con los ingresos obtenidos de las aportaciones de los padres es suficiente para cubrir todos los gastos relativos a los autobuses, los sueldos de los conductores, la gasolina, los seguros y, sobre todo, las numerosas y continuas reparaciones. No todos los niños necesitan el transporte, los que viven cerca van caminando, pero los que viven más lejos pagan un pequeño importe mensual (4000, 5000, 6000, u 8000) en función de la distancia a recorrer. Además de los niños de la escuela, también recogen los de la guardería, en este curso, 49 de la guardería y 163 del colegio, en total 212, para dos autobuses no muy grandes, está claro que irán un poco apretados y tendrán que hacer más de un viaje… Dependiendo de los gastos de reparación y mantenimiento el servicio será autosuficiente o deficitario, cuando acabe el curso y dispongamos de todos los datos lo veremos, pero creo que será necesario aumentar los importes en 1000 CFAs (1,5 €)  para cubrir gastos. Para despejarnos y hacer un poco de ejercicio vamos a Peleo, un pueblo a 3 kilómetros, donde su alcalde, Henry, gestiona un gran pozo financiado por el ayuntamiento de Burgos. Tiene una preciosa plantación de árboles frutales, principalmente papayas. El depósito del agua de 12 metros de altura, se ve desde lejos y nos ayuda a llegar, ya que no recordaba el camino. Lo encontramos regando, enseguida me reconoce y nos invita a entrar. Es una lástima, pero el pozo no funciona, no sabe si es de la bomba o de las placas solares, ahora obtiene el agua de un pozo más pequeño para regar los numerosos árboles de papaya pequeños pero cargados de grandes frutos. Se nos hace tarde, no queremos que nos coja la noche por el camino, así que nos despedimos y volvemos a casa con dos papayas, todavía están algo verdes, pero nos ha dicho que en un par de días las podremos comer.

Sábado, 18 de marzo de 2023

Nos merecíamos un día de descanso y aprovechando que el dispensario no abre hasta el lunes, hemos planeado una jornada de descubrimiento del país. La reserva de Bandia queda bastante cerca y aunque ya la visité en el último viaje el pasado noviembre, es una experiencia que vale la pena repetir. Compartir espacio con la mayoría de los grandes mamíferos herbívoros de África, observándolos a pocos metros, mientras escuchas las explicaciones del guía, es simplemente espectacular. Jirafas jóvenes aprendiendo a luchar, otras más grandes comiendo tranquilamente, impalas, búfalos, cebras, monos, antílopes, avestruces, rinocerontes… todos en libertad entre infinidad de baobabs y acacias. Al final, un pequeño recinto con las tortugas centenarias y otro con las hienas, además del lago donde están los cocodrilos inmóviles como estatuas, enseñando los dientes, perfectos para salir en las fotos. Con las imágenes grabadas en nuestra memoria proseguimos el viaje hacia Somone, un pueblo costero con una laguna que desemboca en el océano, haciendo necesario subir a una canoa para atravesar los pocos metros de agua dulce que nos separan de la zona donde están los restaurantes. Yo pruebo la barracuda y la verdad que está muy buena y Enry, harta de las espinas de los pescados que comemos habitualmente, pide una brocheta de pescado y calamares. Después de la abundante comida, paseamos por la orilla de la desierta playa contemplando el bonito paisaje. De vuelta a casa compramos una botella pequeña de miel de acacia que vimos que vendían en la carretera y planeamos el desayuno de mañana, crepes con miel, mermelada, queso… Llegamos pronto a casa, así que nos acercamos hasta la casa de las hermanas para saludar a sor Hortensia pero también ha pasado el día fuera y todavía no ha regresado, charlamos un rato con el resto de las hermanas y Anik y regresamos a descansar. A mitad de camino nos damos cuenta de que no encontramos las llaves de nuestra casa, el bolsillo de los pantalones de Enry está descosido y se le deben de haber caído. Aceleramos el paso, sin quitar la vista del suelo en su busca, pero no las vemos y cuando ya íbamos a buscar a Jana, con la que nos cruzamos cuando salimos, las encontramos semienterradas a pocos metros de la puerta… Menos mal que todo se ha quedado en un pequeño susto y se convertirá en una anécdota para el recuerdo.

Domingo, 19 de marzo de 2023

Visitando el mercado artesanal de Thies

Hoy hemos decidido ir a Thies por nuestra cuenta, con el transporte que usa la gente del pueblo. Ayer, cuando salíamos hacia la reserva de Bandia, adelantamos a un autobús colectivo que realiza el trayecto Sanghé-Thies todos los días a las 08:00, menos el domingo, por unos 400 CFAs. La otra opción es coger una moto-taxi hasta la carretera y allí un autobús, como es pronto y todavía se mantiene el frescor de la noche vamos caminando. A medio camino nos cruzamos con un taxi y poco antes de llegar al cruce viene de vuelta con una pasajera, lo paramos y por 1000 CFAs, compartimos el trayecto hasta nuestro destino. De momento las cosas nos van saliendo bien, llegamos incluso antes de lo previsto y nos dirigimos a visitar el mercado artesanal pero parece que es demasiado pronto y todavía no hay muchas paradas abiertas, damos una vuelta rápido y seguimos caminando hasta un gran mercado donde venden de todo, carne, pescado, telas, ropa, zapatos, fruta, verduras… recorremos varias calles repletas de tiendas, gente y hasta pequeños carros tirados por un caballo esquivando las paradas ambulantes instaladas por todos lados. A pesar de ser domingo el bullicio no cesa y el mercado está en pleno apogeo. Deshacemos el camino hasta el supermercado de la carretera donde nos había dejado el taxi, compramos algunas cosas que necesitamos y preguntamos por algún restaurante cercano para comer. Siguiendo las indicaciones, unas calles más adelante, en dirección al centro, entramos a reponer fuerzas, tienen una carta bastante amplia, pero en realidad no tienen de casi nada, acabamos comiendo un plato enorme de arroz con cebolla guisada bastante picante y dorada o carne. Al salir, pensábamos seguir paseando un poco por el centro, pero el calor que nos esperaba fuera y el escaso atractivo de la zona nos invitan a parar un taxi y volver a casa a descansar y refugiarnos de los 38 grados del ambiente.

Lunes, 20 de marzo de 2023

Intentando mejorar los procesos

De vuelta al trabajo, el lunes es el día que suele haber más pacientes en el dispensario, una treintena entre hipertensiones, glucemias, anemias, astenias, rinitis alérgicas y una niña con varicela. No son demasiados pero la organización ralentiza mucho el servicio, el paciente pasa primero a una sala donde le toman las constantes, la temperatura, la tensión y el peso, que se apuntan en su carnet de salud, después pasa a la consulta donde se introducen sus datos en un registro oficial, se le examina, se hace el diagnóstico, se recetan los medicamentos, se calcula el precio a pagar, se apunta todo en su carnet y en el registro, se cobra la visita, las pruebas y las medicinas y se le da una receta para que pase a buscar lo pagado por la sala de farmacia. Seguro que se puede optimizar el proceso, pero en realidad tampoco suele haber una afluencia de enfermos que colapse el sistema y haga necesaria la mejora. Por ahora, con abrir por las mañanas de lunes a viernes es suficiente, atendiendo sólo urgencias, el resto del día y los fines de semana. Yo, por mi parte ordeno y archivo todas las nóminas de los profesores de los últimos años, una vez ya están entradas en el Excel. Ya tenemos claros los gastos del profesorado, este curso los seis profesores le cuestan a la escuela unos 2000 euros al mes, poco más de 300 euros cada uno. Teniendo en cuenta que hay unos 280 alumnos que pagan algo menos de siete euros al mes y que no todos pagan, bien porque no pueden o porque son los hijos de los profesores o los empleados, con los ingresos mensuales no se cubren ni los gastos de los profesores. Además, sólo pagan nueve meses, de octubre hasta junio (aunque en julio todavía hay clase) y los profesores cobran los doce meses, está claro que se necesitan otros ingresos para que la escuela funcione, menos mal que se reciben donativos y apadrinamientos y el dinero que se obtiene de la casa de voluntarios, donde nos hospedamos, también se usa para la escuela. A la hora del recreo, cada día se reparte leche, pero estos días, se sustituye por melón, de los que nos regalaron. Hortensia me enseña los terrenos que quiere comprar para hacer un huerto más grande y plantar más árboles frutales y verduras y hortalizas para las comidas de los niños de los martes y jueves. Querría comprar cuatro terrenos de la parte de atrás del colegio, donde ya hay algunos árboles de mango grandes, le piden 1.500.000 por cada uno, pero ella ofrece 1.000.000, unos seis mil euros por los cuatro, ya tiene unos amigos de Madrid que harían el donativo. A las 15:00 hemos quedado con Hortensia para ir a Thiés, me ha pedido que la acompañe al banco, porque ha olvidado la clave de acceso a la cuenta por internet y además quiere ver si ha llegado un donativo que está esperando para otro proyecto con la asociación de mujeres. Después aprovechamos para hacer las compras de la comida de mañana de los niños y ver una cocina nueva que Anik regala a sor Hortensia.

Martes, 21 de marzo de 2023

Comprando dos terrenos

Ayer, en el banco, una chica nada servicial nos apuntó unos números en un papel para poder acceder a la banca online. No nos dio ninguna explicación y supusimos que era la contraseña, pero al intentar entrar nos salía error en el identificador o la contraseña. Tras muchos intentos y mucha paciencia debido a la extrema lentitud de internet, conseguimos cambiar la contraseña. Ahora ya puede acceder a la cuenta desde casa y revisar si llegan las transferencias que le envían desde España. La mañana ha sido muy provechosa, después ha venido uno de los dos hermanos propietarios de las parcelas que vimos ayer y tras una larga negociación le ha convencido para que se las venda por el precio que quería. Decidida, como siempre, sin darle muchas vueltas, con esa energía incombustible que la acompaña ya tiene el objetivo medio cumplido y si el otro vendedor acepta el precio, ya tendrá otro proyecto que gestionar. Satisfecha con la compra de los dos terrenos, llama a los donantes para que estén al corriente de sus progresos y no puede esconder su alegría. Hoy toca comida en la escuela, de camino a casa pasamos para hacer fotos, pero todavía están cocinando, el menú consiste en arroz con verduras y pescado, No podemos entretenernos porque va a venir Demian a nuestra casa para canalizar el agua del pozo a los pequeños depósitos que hay en los huertos e instalar la bomba en la fosa séptica.  Aunque no nos hemos vuelto a quedar sin agua, esta agua extra irá muy bien para regar el jardín y los árboles frutales. Mañana, si tenemos tiempo plantaremos unos árboles de papaya y unos melones que han salido de unas semillas que plantamos hace unos días. En nuestro paseo vespertino nos acercamos a ver los terrenos comprados esta mañana y observamos como las obras de ampliación de la escuela avanzan a muy buen ritmo y ya casi están terminadas.

Miércoles, 22 de marzo de 2023

Visitando el mercado artesanal

Teníamos previsto ir a visitar el hospital de San Juan de Dios de Thies mañana, pero al final han cambiado los planes y vamos hoy, sor Hortensia asiste al funeral de un sacerdote al que conocía bien de cuando estuvo en otra zona de Senegal y después quiere ir al hospital. La misa se celebra en la catedral y empieza a las 10:15, llegamos una hora antes y nos vamos a pasear por los alrededores hasta las 11:30. Callejeamos por el gran mercado y nos acercamos a ver el hospital, que no queda muy lejos, antes de volver a la catedral a la hora acordada. Todavía no ha terminado y calculamos que aún se alargará más de una hora así que decidimos ir al mercado artesanal, pero esta vez al trote de uno de los carros tirados por un caballo. Preguntamos al vigilante cuanto nos puede costar y él mismo se encarga de parar uno y negociar un buen precio. Sobre la una, llegamos al hospital, nos presentan al director y nos enseñan las instalaciones, no es muy grande y se ve antiguo pero la zona de visitas externas es bastante nueva y están construyendo otro edificio para las urgencias. Saludamos también a algunos de los oftalmólogos españoles que han venido a operar al hospital. De vuelta a casa, paramos a comprar en el supermercado y llegamos a las tres, como dice sor Hortensia hoy horario de comida de domingo en España. Por la tarde me centro en acabar de preparar la documentación a entregar para optar a una subvención del banco Sabadell y luego plantamos los árboles de papaya y algunos melones.

Jueves, 23 de marzo de 2023

Continuando con los trabajos de jardinería

Se nota que han bajado las temperaturas, empezamos el día con 16 grados y no superamos los 30, perfecto para continuar con mis trabajos de jardinería en nuestra casa, mientras Enri reanuda sus visitas en el dispensario. Ayer vino el paciente de las curas con azúcar y está muy contento porque nota una gran mejoría, volverá el sábado por la mañana, justo a tiempo para que Enri pueda examinarlo antes de regresar a Barcelona. Hoy ha vuelto a visitar a una niña con posible tuberculosis, la semana pasada le recetó un antibiótico que no ha mejorado la sintomatología, ahora le ha recetado otro y si la semana que viene sigue igual, debería ir al hospital para hacerle una placa de tórax y confirmar el diagnóstico. Las enfermeras están aprendiendo mucho estos días, la echarán de menos, ya le han dicho que tiene que volver y quedarse al menos tres meses. Sor Hortensia ha vuelto al hospital de Thies, esta mañana estaba previsto operar de cataratas a una veintena de vecinos de Sanghé que fueron seleccionados hace unas semanas por la fundación ciudad de Requena y quería estar acompañándolos a su llegada. No todos han acudido porque, aunque la fundación Rementeria ha enviado a un grupo de oftalmólogos cirujanos para realizar las operaciones gratuitamente, el hospital cobra 30.000 CFAs, unos 45 euros, por cada operación y no todos pueden pagarlos. Además, también han aprovechado para tratar su degeneración macular, pinchándole el ojo izquierdo. La fundación ciudad de Requena, en su última visita, además de seleccionar los casos más urgentes para que fueran operados hoy, revisó a todos los niños del colegio y graduó la vista a los que necesitaban gafas. Esta mañana han venido las hermanas Fernanda y Celia Sánchez Ramos, de la fundación, a entregar las gafas y luego se han quedado a comer con nosotras, compartiendo una sobremesa muy agradable antes de volver a Gadiack, un pueblo a unas tres horas de camino hacia el este. Nos volveremos a ver el sábado ya que vendrán a comer todos los voluntarios de las dos fundaciones, en total seremos unos veinte comensales. A la tarde pasamos a ver a sor Hortensia, apenas puede abrir el ojo, la dejamos descansando con un poco de hielo para bajar la inflamación, ya se ha tomado un paracetamol y se irá pronto a dormir, esperando encontrarse mejor mañana.

Viernes, 24 de marzo de 2023

Últimas visitas

Anoche envié la documentación que faltaba para optar a la convocatoria de ayudas a causas solidarias del banco Sabadell. Hemos presentado un proyecto para realizar otro pozo en Sanghé y dar la oportunidad de crear más huertos que se puedan regar durante la larga estación seca que dura desde mediados de octubre a mediados de julio. Viendo la espectacular evolución de nuestro huerto en cuatro meses y a pesar que pudiera parecer que la arena fina que lo cubre todo no sería la mejor opción para una buena cosecha, la disponibilidad de agua para regar cada día es vital para poder obtener buenos resultados. Según las bases de la convocatoria no obtendremos respuesta hasta mediados del año que viene, así que paciencia. Volviendo a nuestro presente, vamos pronto a ver como se encuentra sor Hortensia, ha dormido bien y ya tiene el ojo mucho mejor. Según ella, está como nueva, y aunque aún es conveniente que no haga esfuerzos y no se exponga mucho al fuerte sol, hoy espera la visita de tres españoles que apoyan muchos de sus numerosos proyectos. Lisardo hace muchos años que la conoce, dirige una de las muchas minas del país y ahora es propietario del mejor hotel de Thies. Hoy le acompañan dos amigos de Tres Cantos, Teresa y Luis, que, a su vez, son muy amigos de la responsable de Manos Unidas que financia la construcción de la escuela y vienen a conocer de primera mano los proyectos. Llegan justo cuando acaba el recreo y se reanudan las clases, hoy se ha repartido leche, aunque pocos niños han llenado sus vasos, posiblemente porque ya estamos en ramadán y también en cuaresma y muchos católicos, influenciados por las costumbres musulmanas, no sólo hacen ayuno de carne sino ayuno total hasta la noche. Tras la visita de la escuela vamos a comer a nuestra casa, un delicioso yassa de pescado, el típico plato del país a base de arroz y cebolla acompañado de pescado a la parrilla y volvemos a disfrutar de otra agradable sobremesa. Nos acompaña, también, Anik, la amiga francesa de sor Hortensia, que esta noche regresa ya a la incipiente primavera de Toulouse. A la caída del sol nos despedimos de ella con la seguridad que nos volveremos a ver pronto.

Sábado, 25 de marzo de 2023

Gracias, sor Hortensia

Ya de vuelta a casa, en el avión, los recuerdos nos asaltan sin permitirnos conciliar el sueño. El último día ha sido muy intenso, luchando contra el reloj para acabar todo lo que pretendíamos, dar un último empujón a las cuentas, a la vez que nos preparamos para la llegada de los invitados, ultimamos la maleta y disfrutamos de la deliciosa comida en muy buena compañía. Un buen colofón para cerrar estos días especiales repletos de satisfacciones sinceras y experiencias enriquecedoras. Estos días inolvidables, en los que, sobre todo, hemos tenido la oportunidad de compartir ilusiones con otros corazones sensibles y solidarios, con trayectorias vitales interesantísimas y con un nexo común, sor Hortensia, que, con su sencillez adorable, su energía infinita y su decisión abrumadora guía sus múltiples proyectos hacia el puerto del éxito. Porque una vez que la conoces, es casi imposible no seguir la senda inspiradora de su luz y acompañarla en el pedregoso camino que desemboca en el triunfo de la prosperidad.

bottom of page